7 de Julio : 24

7 de Julio : 24 de Benito Pérez Galdós Dos días después, el 9 de Julio, Salvador, cumplidos los últimos deberes con el desgraciado D. Urbano, llevose a Solita a su casa. Desde aquel día, su hermana era más hermana, y debía quererla y protegerla más. -Ahora -le dijo cuando entraron ambos en un coche de plaza-, no te faltará nada. Estarás en mi casa tranquilamente con mi madre hasta que se presente tu primo, que casi es ya tu marido. Seguramente ha salido con los guardias fugitivos, y si no viene en seguida, tendremos noticias de él. -¿Han huido muy lejos? -preguntó Soledad con tristeza. -Muy lejos. Han muerto pocos, por más que digan, para abultar la importancia de las refriegas de ayer. Creo que puedes estar tranquila. He oído los nombres de casi todos los que han parecido, y nada se dice de tu marido. -No lo es todavía -dijo Soledad dando un suspiro. -Pero lo será. Al fin llegará tu hora...

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