Traje de novia Ir al artículoEstructura y partes del traje de novia
Corpiño. Es la parte superior que cubre el torso, desde los hombros hasta la cintura. Es fundamental porque proporciona soporte, realza la figura y define el estilo del vestido. Puede ser tipo corsé, corazón, recto, entre otros, adaptándose a diferentes tipos de cuerpo.
Falda. Define el estilo y la comodidad. Puede ser amplia (tipo princesa), ajustada (sirena), fluida (imperio), entre otros cortes. El volumen puede aumentarse con crinolinas o enaguas internas.
Escote. Varía según el diseño y la preferencia de la novia: palabra de honor, en V, barco, ilusión, etc. El escote es clave para equilibrar la silueta y aportar personalidad al vestido.
Mangas. Pueden ser largas, cortas, tres cuartos, tipo off-shoulder o incluso ausentes. Las mangas añaden carácter y pueden adaptarse a la temporada o al estilo de la boda.
Cola. Es la extensión de la falda por detrás, símbolo de elegancia y tradición, aunque su longitud y presencia dependen del gusto de la novia y el protocolo del evento.
Adornos y aplicaciones. Encajes, bordados, pedrería, lazos, pailletes, strass y otros detalles cosidos que personalizan y enriquecen el vestido.
Tejidos. Los más usados son seda, satén, organza, tul, encaje, gasa, muselina, tafetán y otomán. Cada tejido aporta caída, textura y estructura distintas al vestido.