Banco Bilbao Vizcaya-Argentaria (BBVA)

Breve historia del Banco de Bilbao

La historia del Banco de Bilbao comienza el 16 de noviembre de 1855, cuando la Junta de Comercio reunió a un grupo de empresarios y comerciantes con el fin de crear un Banco de Emisión y Descuento. A lo largo de 1856 se fue constituyendo el nuevo banco, de acuerdo con la ley de 28 de enero de 1856, por la que el Banco de España abría sucursales en varias ciudades, entre ellas Bilbao, sin perjuicio de que se implantaran bancos particulares y con los mismos derechos que el Banco de España. Entre el 8 y el 14 de marzo se cubrieron las necesidades mercantiles de la entidad con la suscripción de ocho millones de reales de vellón y, el 19 de mayo, la reina Isabel II dio su aprobación. El 27 de agosto abrió su primera ventanilla al público, en un local de uno de sus accionistas, Ambrosio de Orbegozo, situado en la calle de la Estufa, en Bilbao. El Banco de Bilbao tuvo el privilegio de emisión de su propio papel moneda hasta el 19 de marzo de 1974, fecha en que entró en vigor del decreto del ministro de Hacienda, José Echegaray, por el que se establecía una circulación fiducidaria única en base a los billetes emitidos por el Banco de España. El Banco de Bilbao se resistió a la medida, pero en 1878 modificó sus estatutos y se transformó en banco de préstamos y descuentos. Con la llegada del nuevo siglo abrió su primera sucursal en el extranjero, en París, y se fusionó con el Banco del Comercio. Después de la Guerra Civil experimentó un notable crecimiento y entre 1941 y 1953 absorbió dieciséis entidades bancarias. Durante los años sesenta y primeros setenta alcanzó un gran desarrollo económico. Tras la promulgación de la Ley de Ordenación del Crédito y la Banca, en 1962, optó por la banca mixta y constituyó el Banco Industrial de Bilbao para apoyar el desarrollo del sector industrial y empresarial. En el bienio 1970-71 adquirió cuatro bancos (Castellano, La Coruña, Irún y Asturiano) y lanzó la tarjeta de crédito, y en los años siguientes, pese a la crisis, continuó con su expansión con la adquisición de seis entidades. En 1988, después de un intento fallido de fusión con el Banco Español de Crédito (Banesto) en 1987, el Banco de Bilbao se convierte en uno de los grandes bancos españoles con proyección internacional al conseguir un acuerdo de integración por fusión con el Banco de Vizcaya.

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