Características generales Hoffmann sugirió que la voz bön se deriva etimológicamente de un verbo que significa «musitar fórmulas mágicas». Esta tesis se apoya en que en el Tíbet arcaico las experiencias religiosas se nos presentan profundamente impregnadas de animismo y chamanismo, creencias que imponen en su ritual el uso de conjuros más o menos complicados.