Carta a Meneceo

Carta escrita por el filósofo griego Epicuro (h. –341-h. –270) y transcrita por Diógenes Laercio en el libro décimo de su obra sobre las Vidas y opiniones de los filósofos ilustres. De las tres cartas conservadas por Diógenes Laercio (Cartas a Heródoto, Pítocles y Meneceo), la Carta a Meneceo es la mejor elaborada literariamente. Sin duda, se trata de un epítome o breve compendio que resume los contenidos tratados por extenso en otras obras sobre ética escritas por Epicuro y que no han llegado hasta nosotros. La carta contiene como exordio una invitación a la filosofía como principal instrumento para la felicidad que buscan tanto jóvenes como viejos. Todos, por tanto, deben de filosofar. A continuación, se hace un llamamiento a la meditación de los principios fundamentales que se relacionan en diversos apartados doctrinales: la concepción de los dioses como seres felices que ni tienen preocupaciones ni nos las causan, los dioses no intervienen en los asuntos humanos...

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