Cirrosis

Modalidades y causas

Las alteraciones cirróticas modifican el normal funcionamiento del tejido hepático y son, además, irreversibles. Las causas de la enfermedad son diversas, pero la más común de las cirrosis, la grasa alimenticia o cirrosis de Laënnec, tiene su origen en la desnutrición asociada casi siempre con el alcoholismo. En este tipo de proceso se registra una etapa previa caracterizada por la degeneración grasa del hígado, como consecuencia de la carencia de sustancias que favorezcan la movilización de la grasa hepática (los aminoácidos metionina y colina). Por otra parte, el alcohol tiene un efecto tóxico directo sobre los hepatocitos, ya que provoca en el hígado la acumulación de grasas procedentes de depósitos periféricos. Existen otras clases de cirrosis. La biliar es originada por la obstrucción de las vías biliares o bien por infecciones provocadas por bacterias o virus en las vías biliares. La modalidad posnecrótica, debida a la necrosis (muerte celular) masiva de los hepatocitos, es provocada por la ingestión de sustancias hepatotóxicas o por el desarrollo de hepatitis víricas. La cirrosis pigmentaria o hemocromatosis se produce por acumulación de hierro en el hígado, a causa de desórdenes en el metabolismo de este elemento. También intervienen determinados factores de origen hereditario, como los implicados en la enfermedad de Wilson, que provocan cirrosis; en este caso concreto el mal se debe a la excesiva concentración de metabolitos de cobre en el hígado.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información