Daba sustento a un pajarillo un día

Daba sustento a un pajarillo un día de Lope de Vega Soneto 174 Daba sustento a un pajarillo un día Lucinda, y por los hierros del portillo fuésele de la jaula el pajarillo al libre viento en que vivir solía. Con un suspiro a la ocasión tardía tendió la mano, y no pudiendo asillo, dijo (y, de las mejillas amarillo, volvió el clavel que entre su nieve ardía): «¿Adónde vas por despreciar el nido, al peligro de ligas y de balas, y el dueño huyes que tu pico adora?». Oyóla el pajarillo enternecido, y a la antigua prisión volvió las alas: que tanto puede una mujer que llora.

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