Escudo

Características

El escudo constaba generalmente de una plancha larga y ancha —aunque podía adoptar formas diversas—, de metal, madera, cuero o cualquier otra materia resistente, dotada de dos asas en la parte posterior, una arriba y otra abajo, por las que se llevaba asido en el brazo izquierdo. Durante las marchas solía llevarse colgado al cuello. En la Grecia antigua y en la Antigua Roma los soldados se protegían con él totalmente, pues era de forma alargada y, a veces, perfectamente adaptable al cuerpo. Parece, sin embargo, que en un principio el escudo fue redondo. La infantería pesada romana llevaba un escudo rectangular que podían levantar los soldados sobre sus cabezas, lo que constituía un verdadero techo que les defendía de armas arrojadizas, piedras, etc., en los asaltos a posiciones más elevadas del enemigo. Durante la Edad Media fue empleado indistintamente por la caballería y por la infantería. El escudo fue muy utilizado hasta el empleo de la pólvora: su uso desapareció en Europa en el s. XVI.

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