Finanzas públicas

Concepto general

La actividad económica se caracteriza por la administración de los recursos escasos de la sociedad humana. Tres son los principios sobre los que descansa esa administración: (1) los intereses y necesidades del consumidor, que se manifiestan a través de la demanda que hace de determinados productos; (2) el beneficio, que obliga al empresario a guiarse por la demanda de los consumidores; (3) la autoridad, por la que el gobierno impone determinadas elecciones sobre qué producir, cómo producir y para quién producir. Puesto que la actividad financiera es una parte de la economía del estado, su extensión e importancia vienen determinadas por la forma en que se integran en un sistema económico las decisiones emanadas de la autoridad y las del mercado. La definición de las finanzas o hacienda pública se ha expresado en muy diferentes fórmulas, así por ejemplo, la del británico Arthur Cecil Pigou («proceso de ingresos y gastos precisados por la organización del gobierno») o la del también británico Hugh Dalton («proceso de ingresos y gastos del gobierno y adecuación entre ellos»). Sin embargo, la hacienda pública no se limita a hacer de caja de los entes públicos. Sus problemas fundamentales son la asignación de recursos, la distribución de la renta, la estabilidad de los precios, el pleno empleo y el desarrollo económico. Dos nuevos elementos completan la naturaleza de la hacienda pública: las decisiones adoptadas sobre la administración de recursos emanan de una autoridad política y están sujetas a una fiscalización rigurosa por parte de dicha autoridad.

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