Helicóptero

El rotor puede ser accionado por medio de un motor de explosión o una turbina endotérmica, con sus respectivas transmisiones mecánicas, o bien por toberas de reacción fijadas en sus palas. En los dos primeros casos se produce una fuerza reactiva (par de reacción) que tiende a provocar un efecto rotante en el giravión. Para compensarla y evitar que el helicóptero gire sobre sí mismo se utiliza una hélice de eje horizontal y perpendicular al del aparato, asimismo accionada por el motor principal. Esta hélice, con palas de inclinación variable, llamada antipar o compensadora, anula el par de reacción y permite mantener a la aeronave en la dirección deseada. Otra solución consiste en usar dos rotores que giran con sentido recíproco y, por tanto, anulan sus respectivos pares de reacción. Estos rotores pueden ser accionados con un mismo motor o por dos independientes. Estas disposiciones no se requieren en los rotores de toberas propulsoras porque la distribución de las fuerzas que entran en juego no produce ningún par de giro.