Iconoclasia

Introducción

El movimiento tiene su origen en la prohibición expresada por el emperador bizantino León III el Isaúrico (725) de dar uso y culto a las imágenes, por considerarlo un regreso a las costumbres paganas (algunos sólo se oponían a su culto, los iconómacos). Según algunos historiadores, el emperador tuvo motivos políticos para destruir las imágenes, ya que quiso favorecer a los judíos y musulmanes que militaban en sus ejércitos. Teológicamente, la iconoclasia es fruto del monofisismo, que consideraba sacrilegio el representar iconográficamente la forma humana de Cristo.

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