Trayectoria artística Era hijo del también director Maurice Tourneur, que ya había trabajado en Hollywood en la época del cine mudo con títulos como El último mohicano (1921), Lorna Doone (1922) y La isla de los barcos perdidos (1923). Su hijo se trasladó con él cuando tenía diez años de edad, viviendo en California desde 1914 y obteniendo cinco después la nacionalidad estadounidense, por lo que puede decirse que aprendió los rudimentos del oficio desde un privilegiado primer plano.