Historia El palmo surgió de la necesidad de contar con una referencia sencilla y siempre disponible para medir longitudes. Al igual que otras unidades como el codo, el pie o la pulgada, se empleaba en la vida cotidiana, la construcción, la artesanía y el comercio. En la Edad Media y la Antigüedad, cada región podía tener ligeras variaciones en la longitud exacta del palmo, ya que dependía del tamaño de la mano de la persona o de un estándar local.