Sed de mal

El argumento narra la historia de Mike Vargas, un antiguo agente de narcóticos mexicano que en el inicio de su viaje de luna de miel deberá esclarecer un crimen cometido en Tijuana, un pueblo fronterizo con EE.UU. por el que pasa casualmente. Allí explota un coche con matrícula mexicana que acaba de cruzar la frontera, y Vargas inicia una investigación entre una banda de forajidos bajo el control del corrupto comisario local, el obeso Hank Quinlan, un personaje taimado en la mejor tradición del cine de Welles, quien hará todo lo posible para que los hechos no se esclarezcan. El filme se rodó en el barrio de Los Ángeles llamado Venice, que el director hizo pasar por Tijuana, y con este filme anticipa el experimento de la nouvelle vague francesa. Ciudadano Kane marcó el inicio de una fase experimental que Sed de mal completa con una fotografía expresionista y un aparente aspecto decadente de filme negro en un momento en el que el género estaba acabado.