Tratado tercero (Lazarillo)

08/04/2025 7.047 Palabras

Desta manera me fue forzado sacar fuerzas de flaqueza y, poco a poco, con ayuda de las buenas gentes di comigo en esta insigne ciudad de Toledo, adonde con la merced de Dios dende a quince días se me cerró la herida; y mientras estaba malo, siempre me daban alguna limosna, mas después que estuve sano, todos me decían: “Tú, bellaco y gallofero eres. Busca, busca un amo a quien sirvas.” “¿Y adónde se hallará ese -decía yo entre mí- si Dios agora de nuevo, como crió el mundo, no le criase? Andando así discurriendo de puerta en puerta, con harto poco remedio, porque ya la caridad se subió al cielo, topóme Dios con un escudero que iba por la calle con razonable vestido, bien peinado, su paso y compás en orden. Miróme, y yo a él, y díjome: “Mochacho, ¿buscas amo?” Yo le dije: “Sí, señor.” “Pues vente tras mí -me respondió- que Dios te ha hecho merced en topar comigo. Alguna buena oración rezaste hoy.” Y seguile, dando gracias a Dios por lo que le...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info