Veracidad

Exposición histórica. Sagradas Escrituras

En el Antiguo Testamento la rectitud y la verdad en las palabras forman parte de la pedagogía divina, que educa a Israel en el sentido de la justicia. La veracidad se relaciona, de este modo, con dos aspectos de la Revelación bíblica: la manifestación del conocimiento de Dios y las obligaciones que conlleva y el perfeccionamiento del sentido de la justicia. Semejante conexión resplandece, particularmente, en la promulgación del Decálogo, uno de cuyos preceptos, el 8°, dice: «No levantarás falso testimonio contra tu prójimo» (Libro del Éxodo [Ex] 20,16; Deuteronomio [Dt] 5,20). Dentro del esquema social en el que el ejercicio de la justicia sé basa en la declaración de dos testigos (Dt 15,15), se percibe la importancia de la veracidad del testigo, confirmado y protegido por el juramento, que tiene una doble fuerza: preservar el derecho del «prójimo» y respetar el Nombre divino (Ex 20,7; Levítico [Lev] 19,12).

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información